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Siervo de Dios Abad Francisco Pfanner (1825 - 1909), fundador de

Mariannhill y "Apostól de los Zulúes"..."Si nadie va, ire yo"

Tenía casi 55 años, cuando el entonces Prior del Monasterio de Maria Stern en Bosnia, P. Francisco Pfanner, se ofreció voluntario para fundar una Trapa en África del Sur: “Si nadie va, iré yo”.

 

En la Colina de María y de Ana –en inglés, “Mary-Ann-Hill”-, con un reducido grupo de monjes que le siguió, fundó la Trapa de Mariannhill, el 26 de diciembre de 1882. De ella llegó a ser su primer Abad y desde ella dirigió la fundación de 28 misiones filiales en el tiempo récord de veinte años.

 

Guiado por la máxima benedictina: “Ora et labora”, con los casi 300 monjes que la Abadía llegó a tener y con la ayuda inestimable de las Hermanas Misioneras de la Preciosa Sangre, por él fundadas, el Abad Francisco trabajó sin descanso para hacer realidad su sueño evangelizador, que queda sintetizado en el lema: “Mejores campos, mejores casas, mejores corazones”.

 

En medio de tanta actividad misionera, el Abad Francisco confió siempre en la Providencia de Dios. Convencido del valor sin precio de la Preciosa Sangre de Cristo y movido por el Espíritu Santo, supo unir contemplación y actividad misionera. Aceptó la voluntad de Dios en su vida, manifestada en no pocas incomprensiones y enfermedades y, poniendo la mano en el arado, perseveró hasta el final. Puso todas sus misiones bajo la protección de la Virgen María.

 

En la madrugada del 24 de mayo de 1909, relevado de todos sus cargos, moría en la pequeña misión de Emaús. Había dejado escrito: Fíjate en el cielo y alégrate. Alégrate porque estarás delante de Dios y le verás. Luchemos y suframos con alegría, coraje y perseverancia hasta el fin”.

 

El Abad Francisco había nacido el 21 de septiembre de 1825 en Langen (Austria). Siendo universitario sintió la llamada de Dios al sacerdocio.

 

El 28 de julio de 1850 fue ordenado sacerdote. Habiendo trabajado como párroco y capellán de religiosas, ingresó el 9 de septiembre de 1863 en la Trapa de Maria Wald (Alemania). El 21 de junio de 1869 fundó en Bosnia la Trapa de Maria Stern. Su causa de beatificación, iniciada el 9 de marzo de 1964, se ha reabierto recientemente, recibiendo el nombre de “Siervo de Dios”.

Testamento espiritual: «Fíjate en el cielo y alégrate. Alégrate porque estarás delante de Dios y le verás. Luchemos y suframos con alegría, coraje y perseverancia hasta el fin».

 

Su última palabra al morir: «¡Luz!».

Siervo de Dios Abad Francisco Pfanner (1825-1909), fundador de Mariannhill y “Apóstol de los Zulúes”…                       “Si nadie va, iré yo”

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