Nuestro reto

Como nuestros antepasados cambiaron su modo de vida por las necesidades misioneras apremiantes y los signos de los tiempos, de igual manera nosotros aceptamos el reto de perseguir nuevos caminos, siguiendo el valeroso ejemplo del Abad Francisco. Siempre tenemos que estar abiertos a los desafíos dentro de la Congregación, la Iglesia y el mundo.

Algunos aspectos de la herencia del Abad Francisco son un desafío especial para nosotros en nuestro tiempo: somos una comunidad de hermanos y sacerdotes; vivimos, rezamos y trabajamos como una comunidad; y nos vemos como misioneros contemplativos. De igual manera, la búsqueda de nuestra identidad es un continuo desafío, por lo que nunca podemos dejar de descubrirla y de vivirla más profundamente.

La urgencia de la evangelización misionera, a la que el Abad Francisco, sus hermanos y sus hermanas respondieron tan generosamente, no ha disminuido, sino que es obvia también en nuestro tiempo. El número de aquellos que aún no creen o ya no creen más en Cristo sigue aumentando. Por tanto, en línea con el ‘mandato misionero’, nosotros, como Misioneros de Mariannhill, constantemente renovamos nuestro compromiso de proclamar Cristo a todos los pueblos.

        Congregación de los Misioneros de Mariannhill

    "Mejores campos, casas, corazones"