
13 Ago ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL FRT. RAFAEL MANUEL CHICHAVA CMM (11-VII-2015)

El pasado sábado, día 11 de Julio de 2015, festividad de San Benito abad, Padre de Mariannhill, fue ordenado sacerdote el Frt. Rafael Manuel Chichava CMM, por Mons. Francisco Chimoio OFM, Arzobispo Metropolitano de Maputo, en la parroquia de Sao Jose, de la villa Ressano Garcia, en el distrito de Moamba, (Maputo / Mozambique),

La iglesia estaba abarrotada de invitados, que con sus vistosos atuendos y movidas canciones dieron una nota de color y alegría a toda la celebración.

Entre los fieles se encontraba el aspirante al orden sacerdotal, Frt. Rafael Manuel Chichava CMM, con su padre y su hermana, que hizo las veces de madrina, en representación de su madre, recientemente fallecida (D.E.P.).

Es bonita esta idea de que el llamado al sacerdocio salga visiblemente de entre el pueblo fiel para cumplir con la vocación a la que es llamado: “Escogido de entre el pueblo y para el pueblo”…o quizá: “Con vosotros, hermano; para vosotros, sacerdote”.

Como ya dijimos, la presidencia de la celebración estuvo en manos del Arzobispo Metropolitano de Maputo, Mons. Francisco Chimoio OFM, y fue concelebrada por los PP. Vicente Berenguer Llopis IEME (izda.), párroco de Sao Jose, y Lino Herrero Prieto CMM (dcha.), Superior Regional de los Misioneros de Mariannhill en España.

Tras la lectura del Evangelio, el diácono llama desde el ambón a aquel que va a ser ordenado sacerdote…

Y éste sale de entre el pueblo fiel, flanqueado por su padre y su hermana, que le cogen de la mano, a responder la llamada,…

…mientras entona un canto que va repitiendo, como una letanía, cada vez que se detiene en su ascenso hacia las gradas del altar… Un “aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.

Al llegar a las gradas del altar, la comitiva se arrodilla ante Mons. Chimoio, que recibe al candidato…

…y pregunta a su Superior Regional, P. Lino Herrero Prieto CMM, si considera al candidato digno de ser ordenado presbítero y éste responde afirmativamente, diciendo: “Doy testimonio de que ha sido considerado digno”, momento en que el Sr. Arzobispo anuncia: “Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro Salvador, elegimos a este hermano nuestro para el Orden de los presbíteros”.

Después dio comienzo a su homilía, donde abordó las dimensiones de la figura del presbítero que podían serle de utilidad al Frt. Rafael en el ejercicio de su ministerio sacerdotal…

Tras su homilía, Mons. Chimoio llamó de nuevo, ante sí, al Frt. Rafael y, mediante las diversas preguntas del escrutinio, le invitó a dar público testimonio de su disposición a recibir la ordenación sacerdotal.

Tras las preguntas del escrutinio, comenzó el canto solemne de las Letanías de los Santos y toda la asamblea se arrodilló en oración.

El Frt. Rafael se echó, entonces, por tierra, en señal de total humildad y fue cubierto con telas de ricos colores, significando que él es “enterrado” para que salga de ahí alguien bien diferente: un sacerdote, es decir, otro Cristo. Desaparece Rafael y aparece el P. Rafael.

Comienza, sólo entonces, a entonarse la larga letanía de los santos, a los que se pide su intercesión por la santidad del que va a ser ordenado sacerdote, entre las densas volutas de incienso salidas de los recipientes que portan en sus manos las mujeres que le rodean y que se mueven al son de la música, haciendo el gesto de la ofrenda.

Tras las letanías, el ordenando torna a arrodillarse ante el Sr. Arzobispo que, en silencio, le transfiere las sagradas órdenes por la imposición de sus manos.

…y la de tantos otros, como el P. Bekhi Shabalala CMM, antiguo Consejero General y actual Superior Provincial de Mariannhill, en Sudáfrica,…

…o el P. Muarrapaz Silva CMM, de la Región de España, hasta completar todo el presbiterio presente en la celebración.

Después, el P. Lino le ayudó a revestirse con las vestiduras propias de su nueva condición: La estola, puesta al modo sacerdotal, y la casulla.

El ya P. Rafael torna a arrodillarse ante el Sr. Arzobispo para recibir en sus manos la unción con el Santo Crisma; manos ungidas con el buen olor de Cristo Jesús para ser consagradoras, perdonadoras, bendecidoras, acogedoras… en el Nombre del Señor.

El P. Rafael se lava el aceite de la unción, que ha impregnado sus manos, antes de proseguir la celebración, pero el aceite ha impregnado también, espiritualmente, su mente, su corazón y su alma y ahí no lo deberá lavar jamás.

Después recibe los otros símbolos de su hacer sacerdotal: El cáliz con el vino y la patena con el pan, que después consagrará para que sean, a su invocación, “Pan de Vida y Bebida de Salvación”, “el Cuerpo y la Sangre de Cristo”.

Al final de la celebración, el tradicional baile de alegría, compartido con algunos de sus hermanos de Congregación…

…y unas emotivas y sentidas palabras de agradecimiento a todos los ausentes y presentes que, a lo largo de su vida han favorecido que la llamada a la vocación sacerdotal se haya convertido en una gozosa realidad.