
03 Ago P. Rafael: nuevo sacerdote de Mariannhill
La familia Machavane Chichava, los Misioneros de Mariannhill en España y la comunidad parroquial de San José [Ressano Garcia / Mozambique] vivieron el pasado 11 de Julio de 2015 un día lleno de gozo.
En la mañana de aquel sábado tuvo lugar en el templo de la Parroquia de Ressano Garcia la ordenación sacerdotal del P. Rafael Manuel Machavane Chichava CMM, bautizado en esa Parroquia y miembro de la Región de España de los Misioneros de Mariannhill.
El P. Rafael fue ordenado por el arzobispo metropolitano de Maputo, Mons. Francisco Chimonio OFM Cap.
El día amaneció ligeramente cubierto, con una temperatura suave y agradable, que se mantuvo a lo largo de toda la jornada. Desde las primeras horas de la mañana empezaron a llegar los fieles, provenientes de las diferentes comunidades que integran la Parroquia. Poco a poco el espacioso templo, limpio y bien ornamentado, se fue llenando de fieles, familiares y amigos del que pronto iba a ser el P. Rafael. Entre todos ellos, destacaban los hábitos blancos de una docena de Misioneras de la Preciosa Sangre o de Mariannhill y los hábitos negros con fajín rojo de otra docena de jóvenes religiosos de Mariannhill, naturales de Mozambique, que se están formando en Sudáfrica.
Un coro, integrado por un buen número de hombres y mujeres, fue el encargado de alegrar y solemnizar toda la celebración, que comenzó a las nueve de la mañana, mientras las campanas de la torre tocaban el Ave María de Fátima.
Abría la procesión de entrada un grupo de veinte niñas, realizando con belleza una danza ritual; seguían los lectores y los acólitos de la celebración; concelebraban quince sacerdotes; junto al Señor Arzobispo, Mons. Francisco Chimonio OFM Cap, iban el Cura Párroco, el sacerdote valenciano D. Vicente Berenguer Llopis IEME, y el Superior Regional de los Misioneros de Mariannhill en España, P. Lino Herrero Prieto CMM.
El Pontifical se fue desarrollando con fidelidad, nada artificiosa, a las rúbricas litúrgicas. Antes de las lecturas, el canto del Gloria, acompañado de instrumentos musicales y danzas, supuso un momento de especial júbilo.
Terminada la lectura del Evangelio, el candidato a ser ordenado sacerdote, situado desde el comienzo de la celebración entre los fieles de la asamblea, fue llamado al presbiterio. Tomándole de la mano, le acompañaron hasta allí su padre y una de sus hermanas, sustituyendo a la madre, que había fallecido tres semanas antes [RIP].
La homilía de Mons. Chimoio ayudó a la asamblea a situar las lecturas proclamadas en el contexto de la celebración. Con habilidad, mientras iba exponiendo la doctrina sobre el sacerdocio católico, le recordaba al ordenando las implicaciones prácticas de todo ello para su vida.
Tras las preguntas del escrutinio, comenzó el canto solemne de las Letanías de los Santos. Toda la asamblea se arrodilló. El ordenando, postrado en el suelo y cubierto con una manta, se vio rodeado de un grupo de señoras con recipientes de incienso en sus manos.
El Obispo y los demás sacerdotes concelebrantes fueron imponiendo las manos sobre la cabeza del ordenado. A la imposición de manos siguió la significativa oración, por la que el candidato quedó ordenado sacerdote de Jesucristo.
Ya sacerdote, el P. Rafael cambió su estola diaconal por la presbiteral y fue revestido con la casulla. Arrodillado ante el Obispo, éste le ungió las palmas de las manos con abundante Crisma. El Obispo le pidió recorriera la nave del templo, enseñando sus manos recién ungidas a la asamblea. Momento que la asamblea vivió con especial júbilo. De vuelta al presbiterio el nuevo sacerdote recibió del Obispo el cáliz con el vino y la patena con el pan, para la celebración de la Eucaristía. Con el abrazo del Obispo y de los otros sacerdotes concelebrantes al nuevo sacerdote, éste quedó incorporado al colegio de los presbíteros.
Terminada la procesión de ofrendas, durante la cual la asamblea realizó la colecta y un nutrido grupo de fieles hizo entrega de sus dones en especie, el nuevo sacerdote se colocó al lado del Obispo. Llegado el momento de la consagración, junto con el Obispo y los demás sacerdotes, el P. Rafael consagró por primera vez las especies eucarísticas, que vinieron a ser el Cuerpo y la Sangre del Señor. Después de la Comunión se vivió un momento especialmente jubiloso, cuando toda la asamblea, animada por el coro, comenzó a bailar. Antes de la bendición el nuevo sacerdote dirigió unas palabras de agradecimiento a todos.
Finalizada la celebración, que duró cuatro horas, salimos del templo con el corazón lleno de gozo y agradecimiento.
Cuando el nuevo sacerdote terminó de recibir las felicitaciones de los asistentes, a muchos de los cuales fue bendiciendo personalmente, se sirvió una comida festiva en el amplio y bien acondicionado salón multiusos de la Escuela Secundaria de Ressano Garcia, propiedad de la Parroquia.
Al día siguiente, Domingo 12 de Julio, el P. Rafael presidió por primera vez la Eucaristía, acompañado de un buen número de sacerdotes, de sus familiares, de sus amigos y de una asamblea todavía mayor que la del día anterior.
Al finalizar la celebración dio a besar sus manos a los asistentes, que recibieron una estampa como recuerdo de su ordenación y primera misa.
A continuación, alrededor del enorme árbol, situado en el patio de la casa parroquial, la Parroquia ofreció a todos los asistentes un almuerzo, costeado y preparado por la misma gente, en el que no faltaron, amén de los platos al uso, dos enormes tartas.
La suave brisa que nos acompañó a lo largo del almuerzo y de la sobremesa ayudó a disfrutar aún más las horas de este encuentro festivo, que incluyó la entrega de regalos al misacantano y un baile para todos los públicos.
Lino Herrero Prieto CMM