
29 May Profesión perpetua del Frt. Tomás Camissone Guetsane CMM [8 de Diciembre de 2013]
El día de la fiesta de la Inmaculada del año pasado los tejados de la ciudad de Salamanca amanecieron blancos, debido a una fuerte helada, caída en la noche precedente; lo que no impidió que, luego, el sol se dejara ver luminoso a lo largo de toda la jornada.
En la tarde de aquel día festivo, en la Iglesia del Patrono de la ciudad, San Juan de Sahagún, uno de los jóvenes religiosos de Mariannhill, que en aquella ciudad se están formando, realizó su profesión perpetua como miembro de esta Congregación.
El Frt. Tomás Camissone Guetsane CMM, proveniente de Mozambique, se consagró de por vida a Dios en el marco de una celebración eucarística, especialmente festiva. Buena parte de las canciones escogidas para la celebración lo fueron en su lengua materna. El coro de jóvenes de la parroquia y los otros Fratres de Mariannhill se encargaron de interpretarlas. Especialmente alegres fueron el canto de ofrendas y el de acción de gracias, pues a la música con ritmos africanos se unió la danza.
Presidió la Eucaristía el P. Lino Herrero Prieto CMM, Superior Provincial de los Misioneros de Mariannhill en España, acompañado de los otros sacerdotes de Mariannhill en España y de otros sacerdotes amigos de la comunidad. En su homilía, al hilo del relato de la vocación de María, narrado en el trozo del Evangelio de la fiesta, fue delineando el relato vocacional del Frt. Tomás.
Después de la homilía tuvo lugar el rito de la profesión perpetua como tal. Tras haber sido llamado, el profeso respondió a las preguntas del escrutinio, manifestando así su libre voluntad y generosa disposición de consagrarse a Dios de por vida al servicio de la misión de la Iglesia en el seno de esta familia religiosa y misionera, que es Mariannhill. Terminado el escrutinio y mientras el profeso estaba arrodillado, toda la asamblea invocó para él la bendición de Dios y la protección de lo Alto con el canto de las Letanías de los Santos. Concluidas las Letanías, el Frt. Tomás leyó la fórmula de la profesión religiosa, escrita de su puño y letra. Una vez firmada, la colocó sobre el altar, como expresión del ofrecimiento de su vida a Dios, al servicio del plan universal de la salvación. Puesto el profeso otra vez de rodillas, el celebrante leyó sobre él el largo y bello texto de la Bendición Solemne. El rito terminó con la aceptación del Frt. Tomás en el seno de la Congregación y con el abrazo de paz.
Después de la celebración eucarística todos los que quisieron pudieron acercarse al centro parroquial de San Boal, donde fueron obsequiados con un vino español.
Terminó así un día, especialmente hermoso para la Iglesia y lleno de esperanza para la familia religiosa y misionera de Mariannhill en España.
P. Lino Herrero Prieto CMM
Misionero de Mariannhill
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