Los Misioneros de Mariannhill en España han editado este nuevo libro sobre el fundador del Monasterio de Mariannhill.
El libro, de 200 páginas, impreso en cuatricromía [15cm x 21cm] y con una cuidada selección de fotografías, contiene tras una breve Presentación [pp. 5-7], varios capítulos y apéndices. A saber:
En el primero de los capítulos – Tras los pasos del Abad Francisco – se recogen los hitos más importantes de su vida [pp. 9-24]; en el capítulo segundo – Tras las huellas del Abad Francisco – se presenta el elenco de las motivaciones más profundas de su vida y apostolado [pp. 25-42]; en el siguiente capítulo – Textos del Abad Francisco – se recoge una pequeña selección de algunos textos suyos [pp. 43-50]; en el cuarto capítulo – La Virgen María en la vida del Abad Francisco – se repasa la influencia decisiva de la Virgen María en la vida del fundador de Mariannhill [pp. 51-57]; en el quinto de los capítulos – El Abad Francisco y Santa Ana – se evidencia el papel fundamental que el Abad quiso otorgar a la madre de la Virgen María [pp. 59-68]; en el capítulo sexto – La protección de San José sobre Mariannhill según el Abad Francisco – se realiza un estudio sobre el original pensamiento del Abad sobre San José en cuanto primer misionero en África, arquitecto, administrador y financiero, modelo de santidad, maestro espiritual y formador de religiosos, protector en la tierra y guía seguro hacia el cielo [pp. 69-109]; en el séptimo de los capítulos – Via Crucis siguiendo la vida del Siervo de Dios, Abad Francisco Pfanner – se propone al lector lo que el título del capítulo indica [pp. 111-121]; en el capítulo octavo – Novena al Siervo de Dios, Abad Francisco Pfanner – se ofrecen los textos para invocar la intercesión del Abad rezando su novena [pp. 123-133]; en el noveno capítulo – Abad Francisco, athleta Christi – se destaca la figura del Abad a la luz de su vida, de su muerte y de su herencia [pp. 135-141]; en el décimo y último de los capítulos – Testimonios sobre el Abad Francisco y su obra – se recogen los testimonios de Mark Twain, Gandhi, Thomas Merton y Joseph Biegner [pp. 143-166].
El libro termina con varios apéndices: I] La historia del Abad Francisco y de su obra en escudos [pp. 167-172]; II] La casa del Abad Francisco [pp. 173-174]; III] Las cosas del Abad Francisco [pp. 175-177]; IV] Una lección de arquitectura [179-181]; V] Algo más que una vidriera [183-185]; VI] Abad Francisco Pfanner [1825-1909]: Datos sobre su vida y su obra [187-191].
Aquellas personas que deseen conseguir este libro [Donativo 10 €], así como más información sobre la vida del Siervo de Dios, Abad Francisco Pfanner, o que crean haber recibido alguna gracia o favor por su intercesión, se ruega lo comuniquen a una de las siguientes direcciones de los Misioneros de Mariannhill en España:
C/ Arturo Soria, 249 Bajo A-B [28033 MADRID]
Tfno: 91 359 07 40
C/ Los Zúñiga, 2 [37004 SALAMANCA]
Tfno: 923 22 18 85
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Siervo de Dios,
Abad Francisco Pfanner [1825-1909],
Fundador de la Trapa de Mariannhill
en KwaZulu-Natal [Sudáfrica]
Tenía casi 55 años, cuando el entonces Prior del Monasterio de Maria Stern en Bosnia, P. Francisco Pfanner, se ofreció voluntario para fundar una Trapa en África del Sur: “Si nadie va, iré yo”.
En la Colina de María y de Ana, con un reducido grupo de monjes que le siguió, fundó la Trapa de Mariannhill el 26 de diciembre de 1882. De ella llegó a ser su primer Abad y desde ella dirigió la fundación de 28 misiones filiales en el tiempo récord de veinte años.
Guiado por la máxima benedictina: Ora et labora, con los casi 300 monjes que la Abadía llegó a tener y con la ayuda inestimable de las Hermanas Misioneras de la Preciosa Sangre, por él fundadas, el Abad Francisco trabajó sin descanso para hacer realidad su sueño evangelizador, que queda sintetizado en el lema: Mejores campos, mejores casas, mejores corazones.
En medio de tanta actividad misionera, el Abad Francisco confió siempre en la Providencia de Dios. Convencido del valor sin precio de la Preciosa Sangre de Cristo y movido por el Espíritu Santo, supo unir contemplación y actividad. Aceptó la voluntad de Dios en su vida, manifestada en no pocas incomprensiones y enfermedades y, poniendo la mano en el arado, perseveró hasta el final. Puso todas sus misiones bajo la protección de la Virgen María.
En la madrugada del 24 de mayo de 1909, relevado de todos sus cargos, moría en la pequeña misión de Emaús. Había dejado escrito: “Fíjate en el cielo y alégrate. Alégrate porque estarás delante de Dios y le verás. Luchemos y suframos con alegría, coraje y perseverancia hasta el fin”.
El Abad Francisco había nacido el 21 de septiembre de 1825 en Langen (Austria). Siendo universitario sintió la llamada de Dios al sacerdocio. El 28 de julio de 1850 es ordenado sacerdote. Después de trabajar como párroco y capellán de religiosas, ingresó el 9 de septiembre de 1863 en la Trapa de Maria Wald (Alemania). El 21 de junio de 1869 fundó en Bosnia la Trapa de Maria Stern. Su causa de beatificación, iniciada el 9 de marzo de 1964, se ha reabierto recientemente.
P. Lino Herrero Prieto CMM
Misionero de Mariannhill